La pandemia de COVID-19 ha tenido importantes consecuencias sanitarias, económicas, financieras y sociales reflejadas en un mayor número de personas con trastornos de la conducta alimentaria. Esto en su mayoría es debido a las medidas de confinamiento que se establecieron. 

Varios estudios demostraron un aumento de la sintomatología relacionada con el TCA. Sin embargo, algunos estudios reflejan que una minoría de pacientes con bulimia nerviosa o anorexia nerviosa si aumentaron su peso y tuvieron menos atracones. Estos citan que las medidas de confinamiento los aislaron de factores estresantes o desencadenantes previos, y se les permitió invertir su tiempo libre en el cuidado personal, la autorreflexión y algunos experimentaron un aumento en el apoyo social, y familiar. 

En particular, encontramos un efecto positivo en el aumento del número de hospitalizaciones por TCA tras el inicio de la pandemia. Estos ingresos también han aumentado debido al incremento de ideación suicida, y autolesiones. 

Los mensajes desencadenantes que transmitían los medios de comunicación fueron un factor que alimentó el empeoramiento de los síntomas. Algunos temas como el ejercicio y la alimentación saludable durante la pandemia y las numerosas charlas sobre dietas los pacientes las identificaron como estresantes y desencadenantes para el empeoramiento de su TCA. 

Los sentimientos de soledad, ansiedad y depresión debidos a quedarse en casa contribuyeron al empeoramiento de los síntomas. Además, las personas con TCA informaron que los síntomas de salud mental, como depresión, ansiedad, estrés y desregulación emocional, empeoraron durante la pandemia en comparación con momentos anteriores.  

J Devoe, D., Han, A., Anderson, A., Katzman, D. K., Patten, S. B., Soumbasis, A., Flanagan, J., Paslakis, G., Vyver, E., Marcoux, G., & Dimitropoulos, G. (2023). The impact of the COVID-19 pandemic on eating disorders: A systematic review. The International journal of eating disorders, 56(1), 5–25. https://doi.org/10.1002/eat.2370